miércoles, 19 de octubre de 2011

Tropilla "La Argentina"

Este es uno de mis hobbys, me gusta sacar fotos y realicé este video..                

miércoles, 12 de octubre de 2011

El Gaucho Argentino

La denominación se aplicó generalmente al elemento criollo (hijos de españoles) o mestizo (hijos de españoles con indígenas), aunque sin sentido racial sino étnico ya que también fueron gauchos los hijos de los inmigrantes europeos, los negros y los mulatos que aceptaron su clase de vida.
El ambiente del gaucho fue la llanura que se extiende desde la Patagonia hasta los confines orientales de Argentina, llegando hasta el Estado de Rio Grande del Sur, en Brasil (gaúcho).
El proceso evolutivo del gaucho y el uso de esa palabra se desarrolló sin solución de continuidad. Distintos tipos de gaucho existieron en Argentina antes de 1810, es decir antes de ser conocidos con ese nombre. Peones de campo existieron desde que comenzaron a formarse las primeras estancias, aunque hayan sido pocas al principio. El tercer tipo - que luego se llamó gaucho alzado - existió en reducido número. Pero no fueron los primitivos peones ni los "fuera de la ley" quienes le dieron la característica suficientemente fuerte para llamar la atención.
Es indudable que el tipo de gaucho que tuvo realmente fisonomía peculiar - el primero que fue llamado así - fue el gaucho nómada, no delincuente. Este gaucho fue algo más que un simple vagabundo. Adquirió en la Argentina, a lo largo del s. XIX rasgos propios bien definidos. Y cuando se difundió suficientemente - es decir, a medida que fue creciendo la población rural - fue llamado gaucho, como también se había llamado al paisano oriental del s. XVIII.
Hábiles jinetes y criadores de ganado, se caracterizaron por su destreza física, su altivez, su carácter reservado y melancólico.
Casi todas las faenas eran realizadas a caballo, animal que constituyó su mejor compañero y toda su riqueza. El lanzamiento del lazo, la doma y el rodeo de hacienda, las travesías, eran realizados por estos jinetes, que hacían del caballo su mejor instrumento; en el caballo criollo no sólo cumplía las faenas cotidianas sino que con él participó en las luchas por la independencia, inmortalizando su nombre con las centauras legiones de Güemes.
Fue el hombre de nuestro campo, principal escenario de su vida legendaria y real. De vida solitaria ya en grupos de tiendas, como las tribus nómades ya en rancheríos aislados como en la pampa sureña.

La Vida en el Campo

La vida en el campo, es un estilo de vivir tradicional y rudimentario si se quiere, más relajado, apacible, saludable, en contacto con la naturaleza. 
Para los residentes de las zonas rurales, es la forma de vida, para los habitantes de la ciudad, representa la oportunidad de vacacionar, o una alternativa para escapar de los problemas y cambiar rutinas estresantes.
La vida en el campo y sus actividades, se relacionan íntegramente con éste. Los horarios se acomodan a las tareas y al clima, para lograr el mayor aprovechamiento de la luz solar.
El cuidado de los animales de granja, es una parte importante del trabajo de campo, generalmente está a cargo de los más jóvenes, como el pastoreo, el ordeñe y la alimentación.
Los cultivos en cambio, están a cargo de los mayores, dependen del ciclo de las estaciones y del clima, que regula el desarrollo de los cultivos y las labores de los agricultores, como la siembra y la cosecha.
El estilo de vida rural produce una cultura específica, adaptada a las condiciones de vida y a los medios disponibles. La vida apacible, el trabajo duro, la escasez de contactos humanos debido a las distancias, produce una población de gente amable, sin prisas, amiga de la conversación y las historias.
Los mitos y leyendas locales, enlazan las tradiciones con las nuevas generaciones.
La música y la danza constituyen expresiones culturales propias, y del espíritu de la comunidad. Las artesanías y manufacturas de los productos, emplean técnicas tradicionales que en general no han sido modificadas por los nuevos estilos productivos.
La vida en el campo y su cultura, produce al gaucho, inserto en las costumbres y la cultura, portavoz de la tradición, que cultiva y mantiene.
Pero a decir verdad, la vida en el campo no es tan bonita como todos pensamos, ya que la realidad es otra , pues la vida diaria en  este lugar es difícil para sus propios habitantes, pero lo es más para las personas que viven en la ciudad, ya que el trabajo en el campo es muy duro, pues la gente de es te lugar esta acostumbrada a levantarse muy temprano para realizar todas sus actividades cotidianas, como por ejemplo; ordeñar las vacas, llevar los animales al pastoreo, labrar las tierras, cultivarlas y cosecharlas, etc., pero sobre todo se exponen a altas temperaturas climáticas, que a diferencia de una persona que vive en la ciudad no soportaría, porque el ritmo de vida es muy diferente.
Por ello, existe una controversia entre la vida del campo y la ciudad, pues muchas personas tienen diferentes opiniones acerca de esto.
Ya que, la gente del campo se imagina  que la vida en la ciudad es muy hermosa y divertida, y es la vida que estas personas quisieran tener, en cambio las personas que viven en las grandes ciudades envidian la vida del campo, ya que estas desean la vida tranquila, relajada y estar en contacto con la naturaleza y lo que menos quieren es el ruido, la contaminación, las prisas, pero sobre todo el estrés. Aunque, la vida en ambos lugares es muy parecida, lo que lo hace diferente son las características y formas de vida de cada una.
Pues, tanto las personas que viven en el campo y la ciudad se tienen que levantar muy temprano para ir a trabajar unos lo hacen trabajando la tierra y otras lo hacen en las grandes industrias, y ambos lo hacen para mantener a sus familias, padres, esposas, hijos, abuelos, etc., por eso se dice que la vida del campo es igual que la vida de la ciudad.
Lo cierto es que, tanto la ciudad como el campo tienen sus ventajas y desventajas. Pero es cuestión de cada quien, elegir el lugar donde se quiera vivir...
Yo elijo vivir en el campo!!

La Doma

La mayoría piensa que domar un caballo es atarlo a un palenque y montarlo calzándose un par de espuelas hasta llegar al tiempo reglamentario; pues no, eso no es domar, eso es un deporte.
Domar un caballo es domesticarlo, amansarlo, es hacer que nos crea su amigo y obtener su confianza hasta poder dominarlo y lograr de ellos lo que se pretende.

Costumbres...